11 ANYS, 22 EXPOSICIONS
La Historia del Dibujo y del Grabado a través de la galería
Los albores del siglo XXI no son buenos para el arte. Una sociedad que avanza hacia la tecnologización desmesurada, donde todo tendrá que estar supeditado a grandes corporaciones, donde las manifestaciones artísticas se mueven a través de importantes estamentos museísticos, y en la que las galerías de arte, mayoritariamente, se ven ninguneadas por la prensa, menospreciadas por el publico y olvidadas por la crítica no presenta un panorama halagüeño.
Sin embargo, se hace necesario resistir, presentar batalla, continuar con esfuerzo y tesón desde cualquier ámbito artístico y en pro de las Humanidades.
Albert y Santi de Palau Antiguitats lo tienen claro. En su esfuerzo por mostrar y promover el arte al alcance de muchos bolsillos, ofrecen un repaso por su historia expositiva a través de la muestra: 11 anys, 22 exposicions (11 años, 22 exposiciones). Desde Marià Fortuny padre e hijo hasta Ismael Smith han transcurrido dos lustros y un año, en los que, a veces a contracorriente de la actualidad, en otras a su favor, se ha rendido homenaje al toro, al 200 aniversario de la Constitución de 1812, al ámbito grotesco y carnavalesco de la sociedad, hasta reivindicar la figura del coleccionista valenciano Miguel Martí Esteve.
Todo un aparador expositivo con obra sobre papel desde siglo XVII e incluso más atrás hasta el siglo XX, de la mano de nombres tan reconocidos como Francisco de Goya, Ramon Martí Alsina, William Hogart, Lluis Rigalt, Xavier Nogués e incluso Miquel Barceló en el ámbito de la cartelería taurina.
Once años que han permitido a quien firma esta crítica, visitar exposiciones que le han hecho descubrir el sibaritismo de la colección de Miguel Martí Esteve, en cuya muestra convivían en perfecto equilibrio, el dibujo devoto con el mitológico; el costumbrista con las vistas; los esbozos con la obra finalizada; las sanguinas con los carboncillos, con los lápices; la pluma y la aguada con la tinta, observándose destreza, conocimiento, perspectiva y desarrollo, percibiéndose firmeza en el trazo, pero también ligereza y sutileza. Se contempló vehemencia religiosa con humor satírico; damas elegantes y sensuales fantasías de fondo; alegorías celestiales con quimeras literarias, estudios anatómicos varoniles de cuerpos imperfectos y rostros masculinos de fealdad evidente.
Más de dos lustros en los que se apreció la crítica y el sarcasmo en la exposición: Hogart, Goya, Bagaria, Nogués mestres de la sàtira i la caricatura (Maestros de la sátira y la caricatura). Una cuidada selección de grabados y dibujos, con predominio de los primeros, en la que a través de los grandes maestros de la pintura y del dibujo, puedo apreciarse la evolución del sentido del humor, de la burla punzante y la hipérbole incisiva desde el siglo XVIII hasta los años 40 del siglo pasado. Un completo recorrido, por la evolución humana con socarronería y crítica constantes, donde destacaba tanto el moralismo de William Hogart (1697-1764) como el agudo y mordaz caricaturista Lluis Bagaria (1882-1840).
Unos incondicionales del grabado como Albert y Santi no podían dejar de rendir homenaje a uno los más importantes maestros grabadores y divulgadores de su obra: Francisco de goya y Lucientes, a través de la exposición: Sobre tot Goya: Goya i el gravat espanyol de la seva época (Por encima de todo, Goya: Goya y el grabado español de su época), una muestra como siempre, de cuidada selección de piezas, en la que junto a los Caprichos, Desastres de la Guerra y Tauromaquia puedieron apreciarse obras de Juan de la Cruz, Juan Bautista Suñer, Miguel Gamborino, Salvador Carmona, Moles,Muntaner, Selma, Ametller, Esquivel, etc. La exposición ofreció una clara diferenciación entre el grabador profesional, con trabajos de excelente factura, y el enorme potencial creativo de Goya, que, con respecto al grabado, fue autodidacta, en cuanto a oficio, pero eminente, atrevido y punzante en sus planteamientos estéticos.
Y ya que se habla de Goya, la tauromaquia, a contra corriente del momento actual, mereció la atención de este par de forofos anticuarios, gracias a la muestra: El toro: L’animal i el mite; la Fiesta y la sàtira El toro: El animal y el mito; la Fiesta y la sátira.
Un conjunto de dibujos y grabados donde pintores y dibujantes del siglo XVIII hasta nuestros días: Paulus Potter, Daniel Urrabieta Ortiz y Vierge, Henri Pierre Léon Pharamond, Antonio Carnmicero, Luís Fernández Noseret, Xavier Nogués, Lluis Bagaria, Ismael Smith, Pablo Picasso entre otros, y por supuesto, Francisco de Goya Lucientes, y en la que se pudo observar su gran saber y entender con respecto al arte de Cuchares. Una muestra singular, donde el drama y la ironía se ponían de manifiesto, así como la crítica y el sarcasmo a través de la Fiesta.
He hecho mención de algunas de las exposiciones que abrazan estos más de 4.000 días que comprenden los once años expositivos. Alguna otras no tuve ocasión de verlas al completo, pero la selección realizada por Albert y Santi da a entender a la perfección la calidad de la obra escogida, un criterio de selección riguroso en el que predomina la curiosidad histórica y la excelencia del dibujo o del grabado.
Así, por ejemplo, una de las curiosidades estriba en los trabajos de Lluis Rigalt i Farriols (1814-1894) de quien se exhiben unos históricos dibujos de como eran algunos edificios y pasajes emblemáticos de la Barcelona de la primera mitad del siglo XIX, o un interesante y sobrecogedor grabado de Marià Fortuny (1838-1874). Una estampilla en papel verjurado Arches, correspondiente a una segunda edición realizada un año antes de su fallecimiento, 1873 titulada en catalán “cabilenc mort”, o un muy sugestivo esbozo de carácter erótico realizado por Ramon Martí Alsina (1826-1894), en lápiz sobre papel, cuya fecha se supone circa 1870: “Estudio de mujer con piernas abiertas”.
Ejemplos de tres exposiciones no visitadas, pero que Palau Antiguitats ha recuperado en esta muestra conmemorativa de 11 años, en los que el recorrido es amplio, didáctico, notable y esmerado, con autores muy conocidos como Piranesi, Goya, Fortuny o Hogart, y otros no tan prestigiosos, pero muy admirados tanto por coleccionistas como por amantes del arte.
PALAU ANTIGUITATS
Carrer de Gràcia, 1
Barcelona