FERNANDO BOTERO: PINTURAS RECIENTES
CUANDO LA IMAGINACIÓN ENVEJECE
Contemplar en vivo y en directo obras de Fernando Botero, para cualquier amante del arte resulta un auténtico privilegio. El estilo que lo definió y que le hizo innovador, y que tiene entre sus rasgos más identificables, el agrandamiento o la deformación de los volúmenes, y la singular expresividad de una estética, en la que las problemáticas humanas y sociales ocupan un lugar prioritario, y que, además, pueden personificar crítica política o humor, dependiendo de la pieza, era demasiado tentador como para no tenerlo en consideración.
En la exposición que la Marlborough de Barcelona ofreció entre los meses de abril y mayo de este año, el espectador pudo contemplar la singular plasticidad del creador del llamado “Boterismo”. Unos trabajos que incluyen naturalezas muertas y paisajes, y por supuesto, los retratos situacionales. Las pinturas expuestas están unidas por sus figuras proporcionalmente exageradas o “gordas”, como alguna vez se refirió a ellas.
Sin lugar a dudas, es un artista abstracto en el sentido más fundamental, eligiendo colores, formas y proporciones basadas en el pensamiento estético intuitivo, y sigue viviendo aislado de las tendencias internacionales del mundo del arte… y por supuesto, de su nombre, porque estas “pinturas recientes” que da título a la muestra, es más de lo mismo de lo que en su momento dio a conocer en los años 80 y 90. Botero ha evolucionado muy poco estéticamente, pero su nombre ha incrementado su valor crematísticamente, con unos trabajos del 2017-18 sin la frescura ni la innovación que le caracterizaron anteriormente.
Situado en su zona de confort, y porque la biología hace su curso, la fecunda imaginación boteriana, se ha convertido en un apoltronamiento de la creatividad, donde la crítica social, cáustica y sarcástica que le caracterizo a finales del siglo XX, se ha transformado en triste lirismo de sus facultades.
Fernando Botero marcó una época y un estilo. Forma parte de la historia del ARTE, pero al final de la segunda década del siglo XXI, su obra se ha convertido en una fabricación en serie, de absoluto desinterés.
MARLBOROUGH Barcelona
C/ Enric Granados, 68
Barcelona