ELISABETH SABALA: DÈU N’HI DO
Con tres décadas cumplidas, la galería Jordi Barnadas, situada en el número 347 de la calle Consell de Cent, en la llamada históricamente zona de las galerías de arte de Barcelona, muy cerca de Passeig de Gràcia, está especializada en pintura figurativa. Dentro de un contexto decorativo y comercial, donde también priman la calidad y rigor, ofrece exposiciones con obra de artistas fácil de comprender, sin subterfugios, pero con mensaje apostando tanto en valores emergentes, como en aquellos jóvenes de los años 90, que aún siguen exponiendo sus trabajos en las paredes de la galería.
Para estos meses de mayo y junio propone al espectador una muestra divertida, y de ironía punzante: “Dèu n’hi do”, cuya traducción aproximada podría ser: “¡Vaya tela!”, o algo más socorrido como “¡Madre mía!, con cuadros de Elisabeth Sabala (Barcelona, 1956).
Oleo sobre tela de lino - 195 x 130 cm
Una exposición donde la MUJER es la protagonista, dentro de un contexto muy actual, en el que se dan cita la ironía, y la crítica hacia ese feminismo radical protagonizado por fémulas de ideología explicita y entendederas cortas, de posturas reivindicativas delirantes, ante la mayestática realidad del sexo femenino del 2024, en el que
el grado de “multitasking” es absoluto; en Román paladino, las mujeres hoy servimos para un roto como para un descosido, viéndonos supeditadas a tareas profesionales, combinadas con las responsabilidades domésticas y la educación de los retoños, procedentes de la concepción tradicional, como de la in vitro por ese reloj biológico, no sé si real o imaginario, pero si obsesivo en muchas de ser madres, aunque sea solteras, a toda costa. Una mujer, la de la segunda década del siglo XXI, para nada liberada, y en verdad subyugada.
Sabala nos presenta una fémina voluptuosa, pero no una sílfide ni de cuerpo espectacular que boxea, cocina, lee, se va a la playa, toma el sol, hace gimnasia o ejerce como azafata o cualquier otra profesión. Una mujer real, normal, de formas redondas, maquillada y arreglada –algo que sólo suele verse en las revistas del corazón - , como característica de personalidad.
Tal como indica la nota de prensa: “Más de 40 obras sobre lienzo o papel de todos los formatos, que son visiones despiadadamente divertidas y desacomplejadas del día a día, de nuestra sociedad actual. (…) sofisticadas, irreverentes, vulgares, pero siempre impecables. Descaradas, impúdicas o insolentemente exquisitas.
Definición perfecta de una producción realizada con colores vivos, brillantes, alegres, una luminosidad extrema, estudiada composición y ante todo, una técnica pictórica muy poco habitual: los dedos. En las obras sobre lino, poco pincel y muchos guantes para dar potencia y vigor a las formas y a la temática. En los trabajos sobre papel, el soporte condiciona y si bien las circunstancias expresadas son las mismas, la técnica reviste calidad aunque con distinta fuerza.
Como ya se ha mencionado, el sexo femenino (aunque se cite en masculino, ya se sabe el lenguaje políticamente correcto), es la “star” de la producción de Sabala. Sin embargo, de tarde en tarde, también aparece un elemento varonil, como por generación espontánea; a veces activo, otras como florero, en ocasiones como objetivo y en otras como acompañante. Pueden contarse con los dedos de una mano las obras donde aparece un hombre, como ser humano también, pero está presente.
146 x 89 cm
En conclusión, nos encontramos ante una exposición plagada de sentido del humor con una obra atractiva para coleccionistas o compradores que buscan la originalidad, y contemplar una pieza donde el esbozo de un mohín, e incluso una carcajada está garantizada. Una peculiaridad, ésta, poco dada en el arte.
Enhorabuena a la galería Jordi Barnadas por apostar por lo que les gusta, a riesgo de que el público no sepa o no quiera encontrar en las obras de Sabala esa sonrisa tan imprescindible en la actualidad, dentro de una muy atractiva exposición.
Galeria JORDI BARNADAS
Consell de Cent, 347
Barcelona
www.barnadas.com
