ALEXANDER CALDER: GOUCHES
La galería Elvira González presenta del 12 de septiembre al 22 de noviembre la exposición Alexander Calder - Gouaches, la segunda exposición individual en la galería del artista estadounidense. Realizada en colaboración con la Fundación Calder de Nueva York, la exposición reúne una cuidada selección de gouaches sobre papel, gran parte de los cuales se verán por primera vez en Madrid.
Calder comenzó a familiarizarse con el gouache en los años 30, pero fue a mediados de los 40 cuando empezó a lograr gran notoriedad en este medio. Como explicaba Jean Lipman en su conocida publicación monográfica sobre el artista [Lipman, J., Calder’s Universe, 1976], este tipo de acuarela opaca respondía mejor a su particular temperamento que la acuarela normal, —demasiado pálida—, y que el óleo, —demasiado lento—. Calder abandonó paulatinamente su trabajo en óleo para centrase en esta técnica, que “encajaba a la perfección con su espíritu vivaz rápido, y de expresión espontánea”.
En los años 50 los Calder pasaron largas temporadas en Aix-en-Provence, Francia, donde vivieron en diferentes casas. En cada una, Calder montó, desde cero, estudios (que llamaría “gouacherie”) donde se dedicó a trabajar papeles pintados con gouache, medio que le fue atrapando lentamente. Decía estar “desarrollando algo nuevo” y dedicó, también cuando se mudaron a Saché y hasta el final de su vida, largas horas de cada día a la realización de pinturas con esta técnica.
La selección de obra profundiza en la particular visión de Calder, que fue alegre, dinámica y colorida, pero también rigurosa y transgresora. Los gouaches hacen visible, por la rapidez que le permitían, su canal creativo más espontáneo; a menudo inspirando y respondiendo estas obras a su producción escultórica y a gran escala.
Esta es la segunda exposición en la galería Elvira González dedicada a Alexander Calder, y coincide en el tiempo con otras muestras dedicadas al artista: Calder Stories en el Centro Botín de Santander y Calder-Picasso en el Museo Picasso de Málaga.
Alexander Calder (Pensilvania, 1898 - Nueva York, 1976) fue el segundo hijo de una familia de artistas, su padre era escultor, y su madre, pintora. A pesar de su visible talento creativo, Calder se matriculó en el Stevens Institute of Technology después de la escuela secundaria, graduándose en 1919 como ingeniero. Tras graduarse, trabajó varios años como ingeniero hidráulico y mecánico.
En 1923 Calder se mudó a Nueva York y se inscribió en la Art Students League tras una experiencia reveladora en la que observó un amanecer centelleante en un viaje en barco de Nueva York a San Francisco, experiencia a la que continuó refiriéndose toda su vida. En 1926 se mudó a París, donde creó Circo Calder, una obra pseudo escenográfica compleja y única, donde empleó modelos realizados con alambre preparados para realizar las diversas funciones de los artistas circenses que representaban. La obra obtuvo un éxito inaudito e itineró entre Nueva York y París, precediendo cuarenta años al Performance Art.
En 1928 Calder realizó su primera exposición individual en la Weyhe Gallery de Nueva York. Poco después visitó el estudio de Piet Mondrian en París, quedando profundamente impresionado por sus colores y proceso de composición. Esta visita afectó y determinó su progreso artístico posterior.
En el otoño de 1931 creó su primera escultura verdaderamente cinética, dando forma a un tipo de arte completamente nuevo. El primero de estos objetos, movido por sistemas de manivelas y motores, fue apodado "móvil" por Marcel Duchamp. Los móviles de Calder, de formas abstractas, realizados con materiales industriales —a menudo poéticos, de formas elegantes y de brillantes colores— están suspendidos en un extraño y perfecto equilibrio.
Durante los años 30, ya de vuelta en Nueva York, Calder continuó realizando proyectos públicos a gran escala y, en ocasiones, al aire libre, que aún pueden apreciarse en plazas públicas de ciudades de todo el mundo.
Galería Elvira González
C/ Hermanos Álvarez Quintero, 1
Madrid
www.galeriaelviragonzalez.com
