EL INFIERNO SEGÚN RODIN LA PASIÓN POR LA ESCULTURA; FASCINACIÓN POR EL MAL
Vista general de la exposición
atrevido, siguiendo unos cánones académicos, inspirados en los artistas del Renacimiento Italiano, pero adaptados en esta ocasión a la temática literaria de dos grandes obras.
La exposición, organizada en colaboración con el Museo Rodin de París con motivo del centenario de la muerte del escultor (1840-1917), recorre la historia de esta espectacular obra, que el artista nunca dio por terminada y que tan solo fue expuesta una vez. Consta de cerca de 150 obras: unas 100 esculturas, 30 dibujos y varias fotografías antiguas.
Rodin tomó como punto de inspiración el Infierno, la primera parte de la Divina Comedia de Dante. Según fue avanzando en su trabajo, se vio cada vez más influido por la ambigüedad y la sensualidad de Las flores del mal de Charles Baudelaire, cuya primera edición ilustró entre 1887 y 1888.
Tercera maqueta de «La puerta del infierno»-París – Musée Rodin -Donación Rodin-1916
Evolución de los bajo-relieves laterales de la Puerta
romanticismo francés que proporcionó a un alumno como Rodin, el secreto de la vida expresiva. Diestro ejecutor de la escultura en mármol, el artista supo dar directamente a la figura humana, una calidad suave que en Francia no se había vuelto a conocer después del Renacimiento.
Según indica la nota de prensa: La Puerta se articula en grandes líneas verticales y horizontales, a veces muy sobresalientes, que Rodin anima recurriendo a molduras variadas. Fascinado durante toda su vida por los monumentos del pasado, aprovecha sus viajes por varias regiones francesas para hacer apuntes de un sinfín de perfiles de molduras, tratando de encontrar las que mejor se ajusten a su gran obra. También dibuja muchas fachadas, atento a los juegos de luces y sombras en los relieves.
La inspiración proveniente de Las flores del mal de Charles Baudelaire ofrece a esta singular puerta un carácter donde la maldad de los condenados por sus pecados, aparece de una forma voluptuosa, sinuosa, grácil y tentadora.
Lo odioso se alía con lo innoble, lo repugnante con lo infecto. Un conjunto escultórico abierto a todas las demencias del espíritu. Es el placer de la depravación en medio de los elementos o acontecimientos que producen un sentimiento de repulsión.
Las flores del mal de Charles Vodelaire – (1887-1888) .Edición de Bibliofilo de Paul Gallimard adornada con dibujos del propio Rodin
Rodin sabe entremezclar a la perfección al visionario y místico Dante con el siniestro Baudelaire. Para el autor florentino medieval, el infierno es el lugar donde después de la muerte son torturadas las almas de los pecadores. Es un abismo en forma de cono invertido, cuyo vértice coincide con el centro de la tierra. Está dividido en una especie de vestíbulo y nueve círculos escalonados. En el primero de los cuales se encuentran las almas de los grandes hombres que no conocieron la
Grupo escultórico Ugolino y sus hijos – Perteneciente a uno de los relatos trágicos de El Infierno de Dante.
verdadera Fe, y de los ocho restantes, los cuatro primeros forman el Anteinfierno en el que se castiga por este orden: los lujuriosos, los golosos, los avaros y los pródigos. Los cuatro círculos restantes, de complicada estructura contienen las almas de los herejes, los violentos los fraudulentos y los traidores. En el vértice del Infierno se encuentra Lucifer, parodia entre blasfema y grotesca de la Santísima Trinidad.
En cambio para Baudelaire, el mal representa una belleza infausta y fría. La fascinación de los aspectos más horribles de la vida, pero sin descuido ni arrebato. Para el escritor, el arte ha de bucear en la sordidez y en el mal, en el dolor y la muerte, sublimándolo todo ello en palabras bellas y exactas que conduzcan a la perfección de la obra inmortal, todo ello dentro de un marco donde el lirismo conjugue las ideas.
Merece también reseñarse a la musa y amante de Auguste Rodin: Camille Claudel, quien posa para él y colabora en la realización de las figuras de La puerta del Infierno. El rostro y el cuerpo de Camille invaden las obras de Rodin en esa época, volviéndola más carnal, más viva y más dulce.
La «Toilette» de Venus, antes de 1888 – Yeso untado del desmoldeado
Coge el laúd o Dante y Beatriz/-Papel pautado-tinta a la pluma, mancha de tinta, tinta al pincel
y lápiz grafito. París, Musée Rodin. Donación Musée Rodin 1916
Lado izquierdo, El Beso – En el derecho: El pensador
de la Divina comedia y el segundo acabó siendo considerado como una metáfora del propio Dante, meditando sobre el mismísimo Infierno.
La muestra se complementa con dos filmaciones que aleccionan sobre la forma de creación escultórica y el proceso de reproducción en bronce u otros materiales, a base de moldes, y en otra una representación de bella plasticidad, de algunas de las esculturas expuestas, por parte de dos bailarines.
En conjunto, una gran exposición, ilustrada con un elaborado catálogo, absolutamente imprescindible para comprender el valor y la pasión por la escultura, en base a unos textos complejos y maravillosos que forman parte de la literatura universal, al igual que Auguste Rodin lo forma de la Historia del ARTE.
FUNDACIÓN MAPFRE – Casa Garriga Nogués
Carrer de la Diputació, 250
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