UNA MANERA DE VEURE. COL·LECCIÓ ARS CITERIOR
UNA HETEROGÉNEO PASEO POR EL ARTE DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX
La individualidad de la historia del arte es el hecho común referencial para la profusión de estilos, temáticas, técnicas, condiciones y hechos que los artistas han sabido reflejar en cada época.
Las exposiciones de un solo artista permiten observar una carrera, comprender las diversas transformaciones de la misma, los intereses que mueven la creatividad del ser humano ante lienzos o materiales y apreciar nuevos detalles,
nuevas prácticas y nuevos mensajes, que son del interés de coleccionistas o compradores de arte, y éstos son en realidad, quienes con su afán de posesión de la obra, que poco a poco acumulan en paredes o en espacios habilitados, promueven contrastes entre artistas, similitudes entre temáticas, y equilibrios estéticos y técnicos dentro de un conjunto de piezas, aparentemente muy distintas.
Tal es el caso de la Col·lecció Ars Citerior que presenta la Fundació Vila Casas en los Espais Volart de Barcelona. Tal como indica la nota de prensa: la muestra está comisariada por Javier Martín, artista multidisciplinar, se estructura en cinco ámbitos que reúnen varias piezas de arte contemporáneo con el objetivo de dar una visión extensa de la pintura de las últimas siete décadas en España.
El total de piezas es en general de pequeño formato, con algunas excepciones, y su periodo expositivo abarca desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad, con artistas como: Albano, Marlon de Azambuja, Dis Berlin, Monika Bich, Francisco Farreras, Robert Ferrer i Martorell, Joan Hernández Pijuan, Guillermo Lledó, Águeda de la Pisa, Rafa Macarrón, Jaume Rocamora, Gerardo Rueda, Eusebio Sempere, Salvador Victoria o José María Yturralde.
Se hace imprescindible destacar el buen gusto y la armonía demostrada en el conjunto expositivo. La geometría a veces radical, otras insinuada, en ocasiones combinada con obras más abstractas e incluso expresionistas, todo ello sin descuidar trabajos de un inusitado lirismo cromático, a veces de potencia radical, en otras de sinuoso planteamiento estético y en ocasiones una combinación de ambas, sin obviar una figuración ni estática ni clásica, con toques que hoy nos parecen más publicitarios o de inputs visuales.
Muchos de los artistas presentes son más conocidos en Madrid que en Barcelona, ya que durante este periodo, muchos de sus creadores artísticos cruzaban el charco o se adentraban en Europa, mientras que los expuestos en la colección Ars Citerior permanecían dentro del país, en parte porque entraron en el mundo del arte mucho más jóvenes, y en parte porque coincidieron con movidas y patrocinios gubernamentales que si bien no atraían a compradores en masa como en otras épocas, si llenaban instancias y estamentos públicos, y ello les ha permitido a algunos, no todos, seguir en el candelero.
Destacar uno o más artistas de esta exposición sería hacer un flaco favor a la misma, puesto que se observa una excelente clasificación, que las obras en su momento fueron seleccionadas en base a criterios nada arbitrarios, sino de calidad de creatividad.
Tal como indica el catálogo de la muestra, la Colección Ars Citerior de la Comunidad Valenciana tiene un origen familiar, al empezar a formarse con obra gráfica de pintores de la generación de Eusebio Sempere. Abel Martín, el iniciador de la misma, era serigrafista y empezó a coleccionar para sí, algunos ejemplares que estampaba para autores como Chillida, Saura, Millares, Torner, etc., hasta que llegó al convencimiento de coleccionar obra pictórica, coleccionando ésta de manera muy coherente, llenando huecos de épocas anteriores, algo que puede apreciarse, tal como se ha comentado anteriormente.
Son artistas que, influenciados por todas las vanguardias y tendencias de la segunda mitad del siglo XX, mucho más visuales, excéntricos, pocas veces concéntricos, con obras donde símbolos y mensajes se entremezclan en base tanto a sentimientos como críticas o visiones de una sociedad aparentemente abierta y amable, pero en realidad atada no solo a convencionalismos, sino sometida a dictámenes poco filosóficos y si muy materialistas y consumistas.
Una excelente y magnífica exposición que nos permite ver y comprobar que se colecciona en otras partes de España. Una idea que es de esperar que Fundació Vila Casas siga promoviendo.
Fundació Vila Casas
C. Ausiàs Marc, 22.
Barcelona