Exposición LOURDES VICENTE
Decía Aristóteles que el Episteme theoretiké o saber contemplativo, no correspondiendo a ningún tipo de interés, ni productivo ni práctico, representaba la forma más elevada de conocimiento a través del que se abría el camino a la sabiduría.
Comenta Carlos Lalastra, autor de este texto que la obra de Lourdes Vicente parece ser una muestra de esos flases de conocimiento reflexivo, que, al materializarse, nos recuerdan un mundo tan cercano y al que tantas veces somos ajenos, desde el que, sin necesidad de equipaje, poder partir hacia otros espacios inmateriales que ella nos comparte y regala.
Lo cotidiano y cercano se ha conformado en el principio de su trabajo artístico, empeñada desde ese “su ordinario”, al personal ejercicio de urdir un discurso creativo propio y único, en el que toda esa normalidad adquiere una dimensión y relevancia, ante la que cuesta ser indiferente, aún siendo conscientes de esa propia “normalidad”.
En ese día a día no existe la necesidad de diferenciar, segmentar ni ordenar, ni actividades ni tareas, porque todo ello forma un único hilo en el que lo doméstico, lo social, lo laboral asalariado o el “otro” y el resto de cada una de sus actividades conforman un particular hilo de Ariadna con el que Lourdes se maneja con naturalidad, en ese laberinto en el que el Minotauro no es necesario. Lourdes Vicente corresponde a esa categoría de artistas que pinta por necesidad, por esa necesidad solo de pintar. Pinta con naturalidad, porque todo lo que tiene el proceso creativo para ella es natural.
Para ella también es habitual. Esposa de artista, madre de artista, rodeada de amigos pintores, escultores, fotógrafos, Lourdes sobrevive en este asedio convertido en normalidad, incorporando esa cotidianeidad de su entorno y convirtiéndolo en un bagaje de experiencia y en el que esa convivencia se adhiere como una característica más de ella y de su obra.
Este es el particular Episteme theoretiké de Lourdes Vicente en el que aprender a contemplar y valorar lo que nos rodea y sucede. Es sin duda una lección de sabiduría artística y de vida, difícilmente disociable en su caso.
La exposición permanecerá abierta del 14 de junio al 30 de julio.
Espacio Marzana
Muelle Marzana 5
Bilbao
http://www.espaciomarzana.com/