Exposición OKSANA
LA FASCINACIÓN POR EL NEGRO
La osadía, el atrevimiento y la energía de una artista en plantear una obra donde el color negro es el exclusivo protagonista, merece una contemplación exhaustiva, y una reflexión profunda.
Los trabajos más recientes de la artista ucraniana OksanaMas, que hasta el pasado 18 de mayo presenta la galeria Ámbit de Barcelona, no dejan indiferencias a un espectador que busca la novedad y la calidad.
Con respecto a esta obra, y al color negro en particular, se hace necesario hacer una consideración sobre lo que Theodor W. Adorno escribió en su ensayo Teoría estética, y concretamente en el apartado “El ideal del negro”, matizando dentro de una connotación política y social que: “para poder subsistir en medio de una realidad extremadamente tenebrosa, las obras de arte que no quieran venderse a sí mismas como fáciles consuelos, tienen que igualarse a esa realidad. Arte radical es hoy lo mismo que arte tenebroso, arte cuyo color fundamental es el negro”
Pronunciada esta teoría en 1970, y comprobando histórica y socialmente la evolución de los tiempos, sin duda, el color negro ejerce toda su plenitud, y Oksana en su serie total Wi-Fi, muestra una actitud de crítica absoluta hacia las nuevas tecnologías, el consumismo, el mercantilismo o la corrupción, en oscurecen hasta la negritud más extrema el presente y el futuro.
No obstante la oscuridad, hay elegancia, misterio, armonía e incluso misticismo en su obra, dentro de “abstracciones formales”, tal como indica la nota de prensa. Todo ello tratado con un color negro reluciente, gracias al acrílico, aplicando con vehemencia y plasticidad el grafito, permitiendo la supresión del cromatismo, eliminando a su vez cualquier concesión al impacto, y haciendo más contundente la expresión plástica.
Incorporando la imagen al mismo color, pero con un discurso diferenciado, Oksana se muestra radical e implacable, pero sin estridencias ni vulgaridades, planteando una sinuosidad de movimientos que le permite una mayor confrontación de los tonos negros.
El espectador que contempla la obra, se ve obligado a realizar un cierto movimiento, acercarse o alejarse con la finalidad de observar no sólo la destreza técnica, sino la abstracción de las formas.
Con respecto a los trabajos englobados en Helium III, realizadas en metacrilato y resina epoxy, donde el negro predomina, pero el blanco se deja ver, la obra es voluminosa y etérea, también un canto crítico a una sociedad que vive en globalización, pero también comprendida entre parámetros de servidumbre a unos intereses marcadamente capitalistas.
Tal como indica Konstyantyn Doroshenko, crítico y curador de arte contemporáneo en el catálogo de la muestra, Oksana se encuentra entre los artistas del nuevo tiempo que se han decantado por una expresividad pictórica neo-humanista, y por una rehumanización del arte.
Un concepto este bastante extraño, teniendo en cuenta que el arte es realizado por seres humanos, pero bien es cierto que las presiones del mercado y de ciertos galeristas, así como de algunos lobbies, pueden perfectamente deshumanizarlo.
En conjunto, una muestra contundente en su mensaje, pero que en absoluto es desagradable de contemplar. Que ejerce un alto poder de atracción, y que Oksana hace del color negro, que en ocasiones es definido como ausencia de luz, siendo indispensable para el resto de la gama cromática, un símbolo de fuerza contra un mundo en tinieblas.
Àmbit, galeria d’art
Consell de Cent, 282
Barcelona
www.ambitgaleriaart.com