DIÁLOGO ESPAÑOL
PICASSO DEL MUSEO BERGGRUEN VISITANDO EL MUSEO BODE
Para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de Pablo Picasso (1881–1973), del 13 de julio hasta el 21 de enero de 2024 la Colección de Esculturas y el Museo de Arte Bizantino invitan al Museo Berggruen a una presentación especial en el Museo Bode.
Esta muestra se inscribe en el programa Celebración Picasso 1973-2023, iniciativa de los Gobiernos de España y Francia por el 50.º aniversario de su muerte, que fomenta más de cincuenta exposiciones y actos en instituciones culturales de renombre de Europa y Estados Unidos.
Una selección de obras de Picasso del Museo Berggruen del Museo Bode dialoga con obras de arte españolas de los siglos XIV al XVIII.
El museo Berggruen posee un centenar de pinturas, esculturas y dibujos de Pablo Picasso (1881-1973), mientras que el Bode, ubicado en la Isla de los Museos, atesora la colección de escultura española anterior al siglo XIX más importante de Alemania. Las piezas se mirarán entre sí, e interpelarán a los visitantes, desde el 13 de julio al 21 de enero del año próximo en el edificio del museo Bode.
Inmediatamente queda claro hasta qué punto la práctica artística de Picasso estuvo influenciada por la historia del arte español: tanto las continuidades como las rupturas se vuelven claras en este formato dialógico.
“Para Picasso, el arte no tenía ni pasado ni futuro. No evolucionaba, no era ni antiguo ni moderno, sino que debía juzgarse solo por su relevancia en el presente; Picasso estudió, interpretó y adaptó la obra de sus predecesores y demostró así lo importante que es mirar al pasado para comprender y representar el presente”, dijo en nombre del equipo Veronika Rudorfer, conservadora del museo Berggruen y una de los tres comisarios de la muestra, junto con María López-Fanjul Díez del Corral, conservadora de arte español del Bode y Gabriel Montua, director del Berggruen.
En dos salas del museo Bode puede verse cómo se encaran personajes y motivos, como El marinero (1938) de Picasso y un retrato de Juan José de Austria pintado en el siglo XVII por Juan Carreño de Miranda; o la escultura en madera policromada Dama castellana, de autor desconocido, fechada en torno a 1530, y el óleo Mujer en un sillón, salido del pincel de Picasso en 1939.
En ambos dúos, se proyecta la representación del poder y la personalidad. Observamos también cómo dialogan la Mater Dolorosa en madera policromada de Pedro Roldán, de finales del siglo XVII, y el cuadro picassiano Retrato de Nusch (1937), para ver sentimientos y emociones, muy presentes en el arte religioso del barroco español, y que también atraían al gran artista del siglo XX.
“Desde muy temprano Picasso adquirió reproducciones y originales de arte de antiguos maestros y contemporáneos, que le sirvieron como fuente constante de reflexión para sus obras –prosigue Gabriel Montua, director del Berggruen–. El arte español ocupó un lugar central en su imaginario universal, porque había conocido toda su riqueza en su infancia y estudios en lugares tan diversos como Málaga, A Coruña, Barcelona o Madrid”. Conocer profundamente el acervo ayudó a Picasso a crear su revolución artística.
Esta exposición es también, el comienzo de la nueva serie "Diálogos españoles" en el Museo Bode, en la que las colecciones españolas se presentan más allá de las jerarquías o límites habituales de tiempo y géneros artísticos.
BODE -MUSEUM
Am Kupfergraben, 10178
Berlín, Alemania