¡ELECTRIZANTE!
RÉPLICAS ELECTROFORMADAS DE ORFEBRERÍA ARTÍSTICA
Las salas de exposición del Palacio Köpenick acogen desde el 28 de abril hasta el próximo 1 de octubre la muestra: ¡Electrizante! Replicas Electroformadas de orfebrería artística, procedentes del Kunstgewerbemuseum.
Comisariada por Wibke Bornkessel, Claudia Kanowski y Lothar Lambacher, esta exposición es un proyecto colaborativo de conservación e historia del arte, la cual ofrece una selección de unas 100 esculturas “electroformadas” de los fondos del museo. Los objetos en cuestión son réplicas del siglo XIX de las creaciones más importantes en la historia de la orfebrería, que han sido objeto de análisis técnicos y una cuidadosa restauración en los últimos años.
A mediados del siglo XIX, el “electroformado” un proceso de conformado de metales en el que las piezas se fabrican mediante electrodeposición - un recubrimiento metálico es aplicado sobre una superficie a través de una corriente eléctrica, generalmente continua - sobre un modelo, era tan innovador como lo es hoy la impresión 3D. A través de un procedimiento electroquímico, se pudieron reproducir objetos de oro tridimensionales muy complejos, creando copias de metal casi idénticas en un baño electrolítico y en grandes series de producción.
La comparación directa entre el original y la copia saca a la luz tanto los puntos en común como las diferencias entre ellos. En Viena, a partir de 1867, Carl Haas saltó a la fama a través de su trabajo en el estudio de electroformado del Museo Austriaco de Arte e Industria, y en Berlín, alrededor de 1875, fue el fabricante de platería Vollgold & Sohn el que estuvo particularmente activo en este campo para el Kunstgewerbemuseum de Berlín.
Esta era también vio nuevos desarrollos en técnicas de electroformado. En Inglaterra, la empresa Elkington & Co. comenzó a producir vajillas doradas electroquímicamente en 1836. Poco después, la empresa parisina Christofle comenzó a trabajar con la técnica. Con sus encargos de centros de mesa monumentales para sus mesas, Napoleón III envió un mensaje claro de que Francia se había unido a las filas de las naciones industrializadas y ahora podía competir con Inglaterra.
Esta exposición analiza características técnicas, pero también aspectos relacionados con la historia cultural: las esculturas electroformadas son un excelente ejemplo del entusiasmo por la tecnología y la conciencia histórica de la era industrial, y también jugaron un papel central en los modelos educativos del Kunstgewerbemuseum de Berlín en su fundación en 1867. El objetivo de fundar el museo era impulsar la innovación en la producción artística a través de la colección de artefactos históricos de excelente calidad (y reproducciones de los mismos). Incluso hoy en día, todavía hay numerosas réplicas electroformadas en la colección del museo que se fabricaron durante los primeros años del museo.
Schloss Köpenick
Schlossinsel 1,
12557 Berlin, Alemania
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