SECESSIONEN: KLIMT, STUCK, LIEBERMANN
La Alte Nationalgalerie presenta hasta el 22 de octubre de este año la muestra "Secessionen. Klimt, Stuck, Liebermann" dedicada a comparar las tres metrópolis artísticas de Múnich, Viena y Berlín a principios de siglo XX.
Comisariada por Ralph Gleis, Director Alte Nationalgalerie y Ursula Storch, adjunta al Director del Museo de Viena, la muestra incluye alrededor de 200 pinturas, esculturas y gráficos de 80 artistas.
Con el advenimiento del modernismo, la vanguardia artística impulsó la libertad en términos de contenido e instituciones. Numerosos artistas se erigieron protagonistas de los nuevos movimientos artísticos como el simbolismo, el Art Nouveau y el Impresionismo presentándose por primera vez en las muy aclamadas exposiciones “Secession”, que aglutinó a su vez un movimiento por parte de las asociaciones de artistas tradicionales y estructuras obsoletas como las academias de arte, luchando las nuevas asociaciones por el pluralismo estético y la individualidad artística.
Las “Secesiones” más importantes del mundo de habla alemana se crearon en orden cronológico cercano y con personal superpuesto: 1892 en Munich, 1897 en Viena y 1899 en Berlín.
Hasta el día de hoy, estos están asociados con los influyentes protagonistas Gustav Klimt, Franz von Stuck y Max Liebermann y su trabajo.
La cooperación con el museo de Viena se centra en la obra de Gustav klimt con numerosos ejemplos, que por primera vez se exhiben en Berlín.
Gustav Klimt es el representante artístico austriaco de principios del siglo XX. Sus obras, pletóricas de sensualidad, tienen un estilo pictórico absolutamente ecléctico que le permitió ir hacia una abstracción y plástica muy singular, con extraños y a la vez sorprendentes puntos de vista, cortes poco habituales lo que le llevó a la práctica posterior del expresionismo. Refinado, complejo y hermético, su obra se caracteriza por una carga, extremadamente ornamental, con abundancia del oro, que recuerda muy directamente al arte bizantino, sin olvidar los motivos geométricos , manteniendo siempre un delicado equilibrio entre líneas curvas y rectas.
Con respecto a Franz von Stuck, desarrolló toda su carrera en la ciudad de Múnich, de la que apenas se movió. Fue muy admirado en su época, Desde Kandinsky hasta por el mismo Adolfo Hitler. Aunque en un principio sus temáticas fueron diversas, Stuck se decidió por la figura humana (un tanto híbridaa), la mitología, y las alegorías, que abarcan desde su famoso «pecado», a «El asesinato» o «La inocencia».
En referencia
a las mujeres, es conocido por sus femmes fatales, seductoras y amenazantes (distintivo máximo del Simbolismo). No obstante, en algunas de sus obras pueden entreveerse un sentido del humor muy poco habitual en este movimiento pictórico.
Von Stuck cultivo una exquisita personalidad. Todo un dandy, también fue arquitecto y un brillante diseñador, cuidando al máximo todos los detalles de su producción artística. Incluso escogía los marcos de sus cuadros.
Finalmente Max Liebermann fue uno de los retratistas más cotizados de la vida intelectual berlinesa cuya obra de finales de los años ochenta -llevada a cabo a raíz de sus estancias en Holanda entre 1886 y 1887, en las que estrechó su amistad con Jozef Israëls- muestra un mayor grado de interés por la Naturaleza y su capacidad para evocar sentimientos y estados de ánimo.
A partir de la segunda mitad de la década de los años 90 del siglo XIX se empezó a observar un profundo cambio en su pintura, adoptando el modo de pintar impresionista. Su gama cromática se tornó más brillante y luminosa, abandonó la temática rural y se centró en escenas de esparcimiento burgués en playas, balnearios, espectáculos, etc.
En 1898 fue nombrado presidente de la Berliner Secession, cargo que desempeñó hasta 1911, cuando la crisis generada por su oposición hacia el Expresionismo alemán le impulsó a dimitir. En 1903, asimismo, fue nombrado presidente del Deutscher Künstlerbund y en 1920 presidente de la Akademie der Künste.
Su fascinación por la pintura impresionista francesa motivó su afición por el coleccionismo. Manet, Degas, Monet y Cézanne formaron parte de su colección de arte.
La exposición también muestra obras de Lovis Corinth, Josef Engelhart, Hugo von Habermann, Emilie von Hallavanya, Thomas Theodor Heine, Dora Hitz, Josef Hoffmann, Max Klinger, Käthe Kollwitz, Max Kurzweil, Walter Leistikow, Sabine Lepsius, Elena Luksch-Makowsky, Carl Moll, Koloman Moser, Maria Slavona, Max Slevogt, Fritz von Uhde, Lesser Ury, Otto Wagner, Julie Wolfthorn e invitados internacionales como Ferdinand Hodler, Edvard Munch, Auguste Rodin, Giovanni Segantini y Jan Toorop.
La yuxtaposición de las tres “Secesiones” ilustra objetivos y ambiciones comunes más allá de las características locales específicas e ilumina el fenómeno de las “Secesiones” para el desarrollo del arte en Europa Occidental. Además de los nuevos formatos de exhibición, lo que incluyó la internacionalidad y la promoción de la vanguardia en todas sus formas, ayudando en gran medida a corrientes innovadoras como el impresionismo y el simbolismo a lograr un gran avance en los países de habla alemana.
ALTE NATIONALGALERIE
Bodestraße 1-3,
10178 Berlin, Alemania
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