DIBUJOS DE ALENZA: ESCENAS, COSTUMBRE Y PELIGROS DE MADRID
La exposición Dibujos de Alenza: escenas, costumbres y peligros de Madrid se compone de 30 obras, seleccionadas entre las más de trescientas que atesora esta institución, y es el resultado del estudio de la colección de dibujos de Alenza que fueron adquiridos por José Lázaro Galdiano. Este proyecto está comisariado por Juan Antonio Yeves, Jefe de la Biblioteca Lázaro Galdiano, y podrá visitarse del 10 de mayo al 11 de agosto.
El objetivo de esta exposición, que parte del estudio y catalogación de los dibujos de Alenzacustodiados en la Biblioteca Lázaro Galdiano, es recordar la figura de Alenza y difundir este fondo casi desconocido, que forma parte de la serie que conservaba Micaela Bertrandi, madrastra del artista, en la segunda mitad del siglo XIX con más de mil setecientas cincuenta piezas en doce álbumes.
José Lázaro Galdiano publicó dibujos de Alenza en una serie de postales editadas por él en 1902 y prestó algunos para una exposición colectiva organizada por la Sociedad Española de Amigos del Arte en Madrid en 1922. También se incluyó una parte en la Exposición de dibujos que tuvo lugar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, en 1959, con motivo de la concesión de la Medalla de Honor de la Academia a la Fundación Lázaro Galdiano en 1958. Más tarde, Enrique Pardo Canalís dio noticia de la presencia de los cinco álbumes de la colección en la revista Goya, en 1989, donde reproducía una pequeña parte y recordaba la vinculación del autor con Goya. Finalmente, estos dibujos fueron estudiados en la tesis doctoral sobre la vida y la obra de Leonardo Alenza de José Domingo Delgado Bedmar, en 1996, que permanece inédita.
Ha transcurrido más de un siglo desde aquella primera referencia a los dibujos sueltos de la colección y casi treinta años desde la noticia de la presencia de los álbumes. Ahora, con otro planteamiento, la Biblioteca Lázaro Galdiano quiere recordar la figura y la obra de Alenza con esta exposición, aunque en ella solo se muestre una sección muy reducida por estar la mayor parte en volúmenes encuadernados y solo queda visible una pieza de cada uno.
Secciones de la exposición
Comienza la exposición presentando al pintor como uno de los mejores discípulos de Goya; sigue, en el capítulo central, mostrando su testimonio gráfico de la época y del Madrid que le tocó vivir; y, finalmente, concluye proclamando el papel que tuvo, muy señalado, en las publicaciones ilustradas madrileñas de la primera mitad del siglo XIX, especialmente, en el Semanario Pintoresco Español y en Los españoles pintados por si mismos, sin olvidar una serie que conocen bien los aficionados a la obra gráfica, la que grabó Isidoro Rosell y publicó como Los caprichos de Alenza, aunque en realidad son estampas con tipos y escenas de costumbres.
Dividida en tres vitrinas, la primera de ellas La primera vitrina está dedicada a Alenza y Goya, su «maestro», es decir, se mostrarán dibujos de Alenza que recuerdan a los Caprichos de Goya. Alenza, según Carmen de Burgos, «el genio dulce, afable, melancólico, triste y anémico por las privaciones», encontró la mejor referencia para su andadura artística en Goya.
Aunque carecería de la brillantez y colorido del maestro en sus cuadros, mostró soltura y atrevimiento en sus dibujos, especialmente en los «caprichos», inspirados en los del pintor aragonés. No se le puede considerar como imitador del genial pintor, aunque es evidente su maestría cuando observa y pinta el ambiente popular y la gente modesta que veía cada día. Alenza interpreta con libertad y agilidad escenas y tipos que, aparte de recordar al estilo de Goya, ofrecen una imagen diferente, tanto cuando critica como cuando se muestra satírico.
En la segunda, se muestran Escenas, costumbres y peligros de Madrid. En los álbumes y en los dibujos sueltos de Alenza encontramos variedad de temas, pues los hay religiosos, históricos, alegóricos o de paisaje, unas veces terminados y otras como apuntes o estudios académicos, pero sobresale la serie que ocupa el lugar central y de protagonismo en la exposición, la dedicada a escenas, costumbres y peligros de Madrid.
La tercera vitrina incluye Dibujos de Alenza en publicaciones ilustradas del siglo XIX. Alenza es uno de los más conocidos y brillantes ilustradores de la época, sobre todo por sus colaboraciones en una publicación periódica, el Semanario Pintoresco Español, significativa revista romántica fundada por Ramón de Mesonero Romanos, y en una monografía, Los españoles pintados por sí mismos, que apareció por entregas a partir del 15 de diciembre de 1842 y que supuso un hito en el panorama editorial español.
Alenza tenía una sólida formación como pintor y ese aprendizaje académico se aprecia en los apuntes, bocetos y dibujos preparatorios para pinturas o para pasar al grabado, por el dominio de la perspectiva, la proporción, la composición y la forma, que ejecuta con destreza y seguridad. En obras ilustradas de carácter colectivo se distinguen sus dibujos de los de otros, sobre todo si fueron a parar a manos de un buen grabador. Concluye la exposición con una breve representación de los Caprichos de Alenza publicados por Isidoro Rosell, aunque en realidad se trataba de estampas en las que aparecían tipos populares y escenas costumbristas, más próxima a otra serie como la de su contemporáneo y amigo Francisco Lameyer.
Museo Lázaro Galdiano
Calle Serrano 122.
Madrid