CAIXAFORUM BARCELONA WARHOL. EL ARTE MECÁNICO

Entre el 14 de septiembre y el 31 de diciembre de 2017, Caixaforum Barcelona presentó una extensa retrospectiva sobre Andy Warhol, que subtituló: El arte mecánico. La muestra, como todas las de este espacio expositivo, organizada por la Obra Social ”la Caixa” junto al Museo Picasso Málaga, estaba formada por un total de 352 piezas entre pinturas, esculturas, dibujos, serigrafías, instalaciones, libros de artista, películas, portadas de discos, pósteres, revistas, objetos y material fotográfico. Proceden de más de 30 prestadores, entre los que destaca el MuseoAndy Warhol de Pittsburgh, que alberga la mayor colección de obras de arte y materiales de archivo de Warhol, elMuseum of Modern Art (Nueva York), el Centro Georges Pompidou (París) y laTate (Londres), entre otras numerosas instituciones públicas y colecciones privadas nacionales e internacionales.

Según la nota de prensa, esta exposición permitirá poner el acento en la naturaleza repetitiva, esquematizante y artificiosa de su trabajo visual durante más de tres décadas de febril actividad creadora.

Una creatividad que quien suscribe estas líneas pone seriamente en duda, precisamente por la definición exhibida: naturaleza repetitiva, esquematizante y artificiosa de su trabajo visual. Estamos ante un personaje que estuvo en el lugar adecuado, en el momento oportuno y que supo reflejar una época de cambios sociales y de pensamiento, sin que ello signifique que específicamente fuera un artista, sino más bien, un fomentador de una forma de arte muy mecánico, sin esencia ni espíritu, tremendamente comercial, y que supo rodearse de una “corte” que vendió su imagen y su exceso de producción de una forma que sólo los americanos saben hacer.

Por muchos es sabido que fue uno de los máximos exponentes del llamado Pop Art. Pop significa popular. Cuando el arte no utiliza un lenguaje especial sino que se sirve de un código común. Pop es el arte de masas, la música de masas. Arte de consumo, o música de consumo.

Los años 60 y 70 fueron el enclave para establecer la “mass media”, y la situación conocida como cultura de masas, se produce cuando éstas entran como protagonistas de la vida social. Los movimientos Pop son un claro ejemplo que como el arte y la cultura de masas proceden de los modelos de la sociedad capitalista de consumo, que en su momento, y sigue haciéndolo, crea nuevas divinidades míticas que aparecen para hipnotizarnos día a día, desvaneciéndose con el paso de los tiempos, y en eso, los americanos son pioneros.

La obra de Warhol no puede calificarse como arte, al igual que lo fueron las vanguardias del siglo XX. En realidad, el Pop Art nunca ha sido incluido en las mismas, aunque su relevancia mundial sea archi-conocida.

Los historiadores del arte, o incluso el dossier de prensa facilitado por Caixaforum, pretenden hacer creer a la sociedad que una imagen repetitiva, y coloreada, partiendo simplemente de una fotocomposición, y procedimientos técnicos de grabado, constituyen una creación artística, cuando simplemente es un elemento publicitario, de marketing puro y duro. Un arte vacío de alma y contenido, pero convenientemente explotado.

Andy Warhol en realidad fue un destructor de ARTE y de la CREATIVIDAD, del ser humano, en la expresión de su alma, sentimientos o emociones. Creó un sentido estético donde no importaba ni la belleza ni la armonía, o en su detrimento, como forma de crítica por parte del artista, de la fealdad y el desequilibrio. Warhol fue un comerciante con una vida personal ajetreada, que se movía en ambientes underground, pero que supo convenientemente llenarse los bolsillos. Dio cancha a una serie de seguidores que le idolatraban, y se aprovechó de la creatividad de diseños de marcas de jabón o de sopa, de rostros de actrices o de mandatarios del momento, para crear falsos obras de arte, en base a la transformación de una iconografía vulgar y corriente.