LA POBREZA DE LA INMIGRACIÓN COMO MOTIVO ARTÍSTICO
Vivimos en una época donde domina lo políticamente correcto, donde todos, teóricamente somos solidarios, pero en la práctica y a nivel individual, todo ello es perfectamente cuestionable.
En el Arts Santa Mònica de Barcelona, centro de creatividad dependiente del erario público con adscripción catalana, se presenta la muestra: Las maletas de Walter Benjamin. Dispositivos migratorios. Comisariada por Pilar Parecerisas, crítica de arte, curadora independiente y guionista, siempre relacionada con la cultural oficial, la exposición presenta a través de una singular creatividad, un conjunto de maletas, y otros elementos, realizados con diversos materiales (cartón, hierro, alambre, cemento, etc.), que a través de las vicisitudes que padeció Walter Benjamin (Berlín, 1892 – Portbou, 1940, Pseudónimo: Benedix Schönflies, Detlef Holz) fue un filósofo, crítico literario, crítico social, traductor, locutor de radio y ensayista alemán), por sus publicaciones y forma de pensar, absolutamente contradictorias con el régimen nazi, puedan aplicarse a la problemática actual de la inmigración, de sus orígenes y la desventura de muchos migrantes que en la actualidad, jamás viajan con maletas, sino con lo puesto.
Migrantes económicos, sin ideas, sin profesión, con escasa capacidad intelectual en la mayoría de los casos, acogidos a nivel gubernamental y de instituciones sociales, pero que provocan en el rechazo anónimo y silencioso de la sociedad occidental.
Según la nota de prensa, el origen y base de la exposición: ha surgido de un proyecto de colaboración entre varias escuelas de bellas artes -la Weißensee Kunsthochschule Berlin (Visuelle Kommunikation. Digitale Medien), la École des Beaux-Arts de Burdeos y la Escuela Llotja de Artes y Diseño de Barcelona- y la Casa de Velázquez de Madrid.
Los estudiantes y los artistas residentes han creado unas maletas imaginarias partiendo de la lectura de las Tesis de la filosofía de la historia escritas por Walter Benjamin Se cree que llevaba una copia de estos documentos en la maleta en su huida al exilio antes de decidir poner fin a su vida el 26 de septiembre de 1940 en Portbou, al ser detenido por la Gestapo y en saber que sería repatriado.
El propósito de la muestra es absolutamente loable. Estéticamente, la muestra se observa como los estudiantes y creativos han realizado un montaje en base a una crítica social, política y económica, partiendo de la biografía de Benjamin, y adaptándola a los tiempos actuales. No obstante, cabe preguntarse hasta qué punto no existe cierto cinismo en tomar como punto de partida los avatares y desventuras de los refugiados – antes intelectuales, ahora, como ya se ha mencionado, económicos – y que sirvan como motivo de creación a unos estudiantes, con capacidad adquisitiva suficiente como para realizar este tipo de estudios.
Resulta hermoso solidarizarse desde la comodidad de unas escuelas de arte con una problemática cuyos protagonistas ni en un 1% podrán pasar por las mismas.
Las instituciones culturales pertenecientes a la Administración, como el Arts Santa Mònica, ofrecen en un momento u otro de su programación, este tipo de manifestaciones artísticas, con base social, muy bien acogidas dentro del stablishment político-cultural que nos gobierna, pero totalmente al margen del mercado y de una creatividad artística que acerque a la ciudadanía en general a este tipo de acontecimientos.
Cómo crítico de arte, la muestra me parece interesante contemplada desde el punto de vista artístico, bien coordinada, utilizando medios digitales, manuales, distintos materiales, estéticamente atractiva, de planteamiento original, y con un significado que, a pesar de Walter Benjamin, no puede dejar de asociarse con la actualidad. Una muestra en la que se aprecia calidad en la enseñanza recibida, nivel y creatividad en la plasmación de ideas. Hay innovación y ganas por parte de estos jóvenes artistas, de dar su visión del mundo, bajo los parámetros de un tema en concreto.
Sin embargo, se hace imprescindible tener en consideración el mercado, ya que este tipo de instituciones como el Arts Santa Mònica, no entran dentro de un circuito comercial, y por lo tanto, la repercusión de trabajos de este tipo, es escasa a nivel del gran público.
En conclusión, artísticamente Les maletes de Walter Benjamin. Dispositius migratori, es un proyecto bien desarrollado, de nivel razonable con interesantes aportaciones de ideas, pero fácilmente olvidable, y de desinterés general… a pesar de que todos somos solidarios.
ARTS SANTA MÒNICA
Rambla Santa Mònica, 7
Barcelona
http://artssantamonica.gencat.cat/ca/
