Disponibilidad de espacios publicitarios para promoción de su firma o actividad.

Publicite su firma o actividad a través de un baner o artículo con posicionamiento en Internet.

previous arrow
next arrow
Slider

CAIXAFORUM BARCELONA: H(A)UNTING IMAGES- ANATOMÍA DE UN DISPARO

ANALOGÍA ENTRE ARMAS DE FUEGO Y CÁMARAS FOTOGRÁFICAS

El lector habitual de Cuadros de una Exposición, en su versió.com, y ahora .es, es conocedor de mi “debilidad” por la colección de Arte Contemporáneo de la Caixa, y por el proyecto Comisart, ya que ambos me permiten explayarme a gusto, despotricando a placer del horror de obras que componen la colección, pagada con el dinero de los impositores, y de las distintas exposiciones que la caridad de D. Isidro permite a jóvenes comisarios emergentes, que en la mayoría de casos se van a quedar flotando, sin llegar la tierra firme del comisariado expositivo.

No obstante, de tarde en tarde, Comisart da alguna sorpresa que, a través de una planteamiento expositivo curioso, inteligente y que permite la reflexión. Tal fue el caso de Contratiempos, en la que el joven Sabel Gavaldon (Barcelona, 1985) se interrogaba sobre el control del tiempo en la sociedad actual y presenta el trabajo de artistas que reflexionan sobre el uso del tiempo mediante distintas alternativas, ya sean utopías creativas o denuncias de los mecanismos que condicionan la libertad de las personas. Una muestra en la que las percepciones, en tiempo, en control de vida y tiempo de muerte, éste último sólo percibido a nivel de subsistencia vital, fueron perfectamente captadas por el conjunto de obras que se exhibieron.

Sí desde la existencia de Comisart – año 2013 – sólo ha habido una muestra digna y además muy bien enfocada como Contratiempos, he de reconocer que H(a)unting images: anatomía de un disparo, parte de una idea original como es el comparar el disparo de un arma con el de una cámara. El hecho de disparar, de enfocar, apuntar y cazar una pieza o una imagen tienen interesantes similitudes, que en lo único que se diferencian es que el disparo de una cámara capta un momento de la vida, y el de un arma usurpa la misma.

Étienne Jules Marey: aparato que con las dimensiones de un fusil de caza

Comisariada por Ada Sbriccoli y Arola Valls reúnen veintitrés obras de la Colección «la Caixa» de Arte Contemporáneo, de la Colección MACBA y de la Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que examinan la relación entre la caza, la guerra, las armas de fuego, la violencia y la fotografía, desde una perspectiva amplia que incluye instalaciones, videoinstalaciones, fotografías y pinturas, tomando como punto de partida a Étienne Jules Marey (1930/04) – científico francés obsesionado por las imágenes y el tiempo que registró las diferentes fases del movimiento de pájaros, caballos y hombres.

Unas imágenes sobre Étienne Jules Marey mostrando un aparato que con las dimensiones de un fusil de caza le permitió fotografiar doce veces por segundo el objeto al que apuntaba son el origen de esta singular muestra-instalación. Un elemento que sorprende y que en realidad permite percibir al espectador el hecho de disparar desde una perspectiva pacifica, pero también ávida de dominio y posesión, de gozar el momento capturándolo en una fotografía.

El recorrido continua con unas fotografías obtenidas por cámaras incorporadas en los misiles que fueron utilizados en la Guerra de Irak, y de las que Harum Farocki presenta un video a doble canal de 25 minutos de duración. En esta ocasión, la fotografía va intrínsecamente unida al arma, casi como un instrumento de muerte.

Walid Raad/The Atlas Group nos invita a entrar en la historia contemporánea del Libano, en la que un grupo de historiadores de la guerra civil libanesa se reunía los domingos en el hipódromo, apostando por sobre la distancia exacta entre el caballo y la línea de meta. Extravagante apuesta pueden considerar algunos, pero los cálculos y planteamientos que les obligaba a hacer para diferenciar la ficción del registro de la historia,  invitan al espectador a analizar la realidad comparándola con la crónica de los acontecimientos que le rodean, obviando la cotidianidad.
Javier Peñafiel con su Maltrato, dispara directamente a la mente del espectador con las imágenes de unas hermosas flores continuamente fotografiadas, mientras lentamente pierden su belleza y esplendor. Flores no captadas en la naturaleza sino colocadas como si estuvieran en un muro. Una naturaleza siempre asociada a la belleza, que el paso del tiempo desvanece. La cámara capta el instante en todo el proceso, pero el transcurrir de los días es implacable.

María Bleda y José María Rosa con sus Campos de batalla presentan unas imágenes dulces, plácidas, tranquilas de un paisajismo de contemplación y que convida incluso a la meditación, pero que en un momento determinado constituyeron escenarios bélicos, donde la brutalidad, las armas de fuego, la irracionalidad y la violencia se dieron cita en esos bucólicos paisajes que albergaron y contemplaron el odio y la desdicha de muchos seres humanos, que no se conocían, para beneficio de gentes que sí se conocían pero que no se mataban, según manifestó en su momento el escritor y filósofo Paul Valery. En esta ocasión el disparo de la cámara oculta a través de hermosos panoramas, el de las armas.

Tal vez la pieza, o mejor, instalación que menos encaja en esta muestra es Hey Joe de Kristin Oppenheim, en la que una monótona grabación con la voz de Oppenheim ilustra una sala oscura con dos focos que van alternándose, como si de los focos de un campo de prisioneros se tratase. El verso que se repite es un fragmento de un tema musical popularizado por Jimi Hendrix durante los años de la guerra de Vietnam. Si bien el motivo es interesante, el resultado no encaja con el planteamiento expositivo, ya que el foco no es un disparo.

Simeón Saiz Ruiz con su J’est un je nos introduce en el final del siglo XX y la guerra de los Balcanes. Mediante la reproducción pictórica de fotografías de la guerra de los Balcanes extraídas de la prensa o de noticiarios televisivos, Saiz Ruiz extirpa la imagen de la lógica de la economía de prensa y la presenta al espectador distorsionada, pero beligerante, vehemente y dominante, sobre una población civil, que simplemente representa daños colaterales, sin importar a nadie. La distorsión de imágenes bélicas produce extrañeza al espectador que le cuesta discernir la acción que representa, pero que entiende que está delante de una situación conflictiva.

En realidad, la pixelación de imágenes es una forma potente y veraz de demostrar el efecto de los disparos sobre las víctimas de la guerra, debido a que estamos demasiados acostumbrados debido a los medios al dramatismo de las escenas directas.

Sophie Ristelhueber y su Fait  presenta una serie de vistas aéreas realizadas en el desierto de Kuwait, seis meses de la primera Guerra del Golfo.

Un panorama árido y desértico donde extrañas figuras configuran un paisaje desolado pero también extraño, como si de otro planeta se tratase. Las secuelas de la guerra en imágenes, abordadas desde sus consecuencias permiten captar el efecto del armamento utilizado sin ningún elemento adicional. Soledad y vacío existencial.

Dejo para el final a Gabriel Orozco y su Altar de parabrisas con balazo  y Jeff Wall Con A Hunting Scene, al tratarse de dos fotografías en color, y dentro de un paisajismo descuidado, con objetos abandonados, y en las que los disparos con  armas son protagonistas. En la imagen de Wall, dos personajes portando armas implican una escena de tensión narrativa. En la Orozo, el disparo en un una pantalla de televisión, abandonada en una zona rocosa, implica una violencia la metáfora de una violencia extrema hacia quien no se puede defender. No es un ser humano, es un objeto que colocado como un altar, ha sido transmisor de imágenes y situaciones violentas.

Una muestra-instalación que ofrece una perspectiva de creatividad en la que se invita al espectador a no ser indiferente, aunque a pesar de los carteles y las explicaciones, la insensibilidad por desconocimiento de los visitantes. Hay que reconocer que los que somos del oficio, podemos apreciar la idea de la muestra, no exenta de cierto esnobismo hacia una gran mayoría que no se identifica con la misma.

CAIXAFORUM BARCELONA
Avda. de Francesc Ferrer i Guardia, 6-8
Barcelona

https://caixaforum.es/barcelona/fichaexposicion?entryId=188347 

Otros artículos